El mercado de Ruzafa es, aparte de uno de los edificios civiles más característicos del barrio, el centro de avituallamiento gastronómico de sus vecinos y de multitud de restaurantes.
El edificio fue proyectado por Julio Bellot Senet en el año 1954 y se inició la construcción en el año 1957. Actualmente se ha planteado una reforma que mejorará el estado actual de las instalaciones. El comienzo de las obras está previsto para octubre-noviembre de 2016. Estaremos atentos.
El Mercado de Ruzafa visto desde arriba
Por otro lado, si personalmente me tengo que quedar con algo del Mercado de Ruzafa es con su gente, sus vendedores y el ambiente que allí se respira. Quien escribe estas líneas es vecino, admirador y cliente del mismo. Realizar allí la compra supone una inyección de vitalidad y optimismo, de palabras amistosas: «prenda», «bonico», «xiquet», «guapetón», «perla», «rey», «mante»…, son moneda de intercambio común.
La calidad del género es excepcional y los comerciantes se afanan en la revitalización de sus paradas con nuevas ofertas, nuevos sabores. La especialización de alguno de sus puestos está convirtiendo a este mercado en un fenómeno snob de fácil acceso.
Los buzones de los comerciantes. No tienen nada que envidiar en el look
a los modernos emails 😉
El bar MERCADO DE RUZAFA. El lugar ideal para reponer fuerzas.
Las fotos en blanco y negro rinden homenaje a sus primeros dueños.
En el edificio adjunto al mercado se encuentran las oficina de la UNIÓN DE CONSUMIDORES DE LA COMUNIDAD VALENCIANA, que realiza una función fundamental en la salvaguarda y protección de los derechos de los consumidores. Desde aquí les quiero dar las gracias por la acogida amable que me dieron permitiéndome el acceso a sus instalaciones para la realización -desde «las alturas»- de alguna de las fotos que acompañan este artículo.